Castillo de Magacela.
Volvemos a la provincia de Badajoz, más concretamente a la comarca de la Serena, para internarnos en uno de los pueblecitos con mas encanto de la región, Magacela. Aunque vamos a centrarnos en el conjunto presidido por el castillo, sin duda alguna,merece la pena recorrer las empinadas cuestas de este pueblo.
Tras una subida no demasiado complicada, llegamos al castillo. Nos recibe, lúgubre y ruinoso, pero completamente irresistible a nuestra cámara fotográfica, el cementerio viejo. He de aclarar que en nuestra última visita, el cementerio había sido rehabilitado en cierto sentido. Se han lucido y encalado sus muros y se ha ordenado el interior (que anteriormente se encontraba lleno de tumbas abiertas y suelos hundidos), pero ha perdido ese aire decadente que poseía.
Os remito a un pequeño reportaje fotográfico que realicé hace unos años donde podéis ver su estado anterior.
Dejando atrás el cementerio, nos encontramos con la iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XV en estilo mudéjar y en total estado de abandono desde que sufrió un incendio en 1937.
El pueblo de Magacela vivió guarecido dentro de los muros del castillo hasta el siglo XV, cuando comenzó a extenderse por la falda de la sierra.
El castillo se estructuraba en tres recintos (exterior, intermedio y exterior), de los que poco queda, así que debemos hacer un esfuerzo e intentar recomponer mentalmente la antigua forma de la fortaleza. La edificación se adapta al terreno irregular de la sierra y poseé las características propias de los edificios fortificados de su época, donde llaman la atención sus aljibes y su torre del homenaje.
El castillo fue edificado sobre una fortaleza romana y ha servido de elemento defensivo por las distintas culturas que habitaron la zona.
La torre del homenaje de planta octogonal, es el elemento menos castigado por la ruina. Construida en ladrillo y mampostería. No obstante, la torre está totalmente cegada, por lo que no se puede visitar su interior. En cambio, si reúnes el valor suficiente, puedes subir una escalerilla de hierro y disfrutar de las impresionantes vistas que te ofrece la alta torre.
Múltiples hechos históricos y leyendas rodean las dependencias del castillo. La más importante quizá sea la reclusión a la que se vio sometido durante dos años don Alonso de Monroy, último maestre de la orden de Alcántara, traicionado y víctima de las intrigas propias de la época.
En cuanto al estado de conservación, pese a las diversas restauraciones e intentos de consolidación, el castillo ha perdido casi la totalidad de sus muros exteriores. De las tres estructuras que lo conforman, solo nos quedan ciertas huellas que nos permiten hacernos a la idea de su forma original. Los elementos más significativos y que aún siguen en pié se encuentran cerrados e inutilizados, por lo que su ruina es progresiva e imparable.
También es cierto que los accesos, los carteles informativos y la iluminación del monumento se han ido reformando y actualizando, pero es necesaria una consolidación y rehabilitación de espacios tan interesantes como la iglesia y la torre del homenaje.
Magacela da para mucho más que esto, por lo que es de obligada visita. Y no olvidéis visitar su dolmen, sus pinturas rupestres y por supuesto conocer la arquitectura popular de sus escarpadas calles.
4 Comentarios
Ramon Muñoz Rodriguez
27/01/2017 at 13:10MAS INFO
http://www.lacolmenacultural.com/celdas.php?id_celda=76
Ermita de Los Santos Mártires en Magacela - Arte en Ruinas
11/04/2017 at 21:52[…] Es un lugar donde siempre merece la pena pararse y pasear con calma por sus calles hasta llegar al castillo, del que ya hablamos en una de nuestras primeras entradas. Su patrimonio es riquísimo, y después […]
MysteryTraveller
05/09/2017 at 18:36En agosto de 2016 volví como casi todos los veranos a visitar el castillo y el cementerio viejo, que era uno de mis lugares favoritos en España. Cuando vi la «restauración» que habían hecho se me cayó el alma a los pies. No solo era innecesaria sino que destroza toda la armonía del paisaje y, como bien dices, ha perdido su aire decadente y auténtico, que era lo que lo hacía un lugar tan especial y mágico. Una pena, al igual que algunas remodelaciones ejecutadas en el área del castillo. Debería ser denunciable, francamente.
arteenruinas
05/09/2017 at 19:38Es desde luego un error garrafal el haber intentado «modernizar» la estética del conjunto. Cada vez que veo las fotos que tomaba allí hace unos años me ocurre lo mismo. Un sin sentido. Por cierto, gracias por el comentario!