Castillo de Trevejo
En esta ocasión hacemos una visita muy especial al norte de Cáceres, más concretamente a Sierra de Gata, para conocer una localidad increíble, tanto por su historia como por su arquitectura típica y su impresionante localización. Hablamos de Trevejo.
Trevejo, una pedanía de Villamiel, es considerado lugar de interés turístico por las características de las que hablábamos anteriormente y, que pese a no superar la veintena de vecinos en la actualidad, tiene una intensa vida turística gracias a su principal atractivo, su castillo.
El turismo rural también ha conseguido dinamizar la actividad cultural y económica de Trevejo y podemos encontrar varios alojamientos en la localidad. Destacamos El Balcón de los Sueños, donde nos alojamos, una casa rural que resulta el complemento idóneo para una localidad tan especial, con una calidad y una atención por los detalles que nos ha sorprendido. Tino y Carme, los dueños del Balcón de los Sueños son personas profundamente comprometidas con Trevejo y su patrimonio, por lo que nos han hecho el trabajo más fácil. Os recomendamos la experiencia, de la que hemos realizado un video.
Es precisamente el castillo lo que nos ha traído hasta aquí. El edificio es el auténtico dueño y señor de la zona, encontrándose situado sobre un cerro rocoso que lo hace visible a muchos kilómetros de distancia. En su ascenso nos encontramos con la iglesia de San Juan Bautista, cuya zona exterior se ve salpicada de tumbas antropomórficas, y con el cementerio en la misma ladera del castillo.
La fortaleza original fue erigida de forma más primitiva en el siglo XII por los musulmanes, para más tarde, en el siglo XV, ser configurada como castillo. Fernando II arrebató el control de la zona a los musulmanes en 1166 y más tarde la fortaleza fue conquistada por Alfonso VII de León. El monarca cedió el control del castillo de Trevejo a la Orden del Temple y en 1184, tras intensas luchas de poder, pasa a manos de la Orden de San Juan de Jerusalén por orden de Fernando II de León.
Los turbulentos avatares de la historia hicieron que el castillo pasase por distintas manos, incluidas las de las órdenes de Santiago y de Alcántara, para finalmente pasar a formar parte del patrimonio de la familia Zúñiga.
Más adelante, el edificio tuvo una enorme importancia en los enfrentamientos con Portugal y Francia, siendo precisamente en el siglo XVIII durante la invasión francesa cuando el castillo fue destruido por su valor estratégico.
En cuanto a su estructura, el castillo se compone de dos recintos. El interior cuenta con un patio de armas de pequeño tamaño que comunicaba con la torre del homenaje a través de un puente levadizo. El recinto exterior se encuentra mucho peor conservado, y era la zona que albergaba las caballerizas y las dependencias de trabajadores y habitantes del castillo. La peor calidad de los materiales constructivos es uno de los motivos de la desaparición de la muralla exterior, que estaba construida en piedra seca.
En el área de la barbacana sólo se localizan las dependencias del cuerpo de guardia donde se hallaba la boca del aljibe que abastecía de agua al edificio.
La torre del homenaje, de planta pentagonal, ha perdido dos de sus muros y los tres restantes se encuentran en un estado de conservación muy comprometido. La torre contaba con dos cuerpos y una terraza coronada por almenas. Al interior observamos una distribución a cuatro cámaras. Se conservan varias dependencias, entre ellas una curiosa letrina y las chimeneas.
En esta zona también nos encontramos con un socavón que nos permite ver la estructura de una planta subterránea y las dependencias situadas en ésta. Sin embargo, su gran profundidad y ausencia de acceso no permiten visitar el subsuelo, y suponen un enorme peligro para el visitante. Curiosamente de este subsuelo partía un largo pasadizo conocido como “Lapa de la Sierpe”
También hay que destacar el expolio que sufrió durante siglos el castillo, cuya piedra fue posiblemente aprovechada en otras construcciones del pueblo.
Su estado de conservación es preocupante, con un acceso poco seguro y unas cartelas de información muy deterioradas. Hay peligro de caída de sillares y ciertas partes de la estructura perimetral son susceptibles de desplome. El acceso a la torre del homenaje es totalmente imposible para muchas personas, ya que un tablón de obra apoyado en la paredes la única manera de pasar al interior. Dentro de la torre los muros se encuentran precariamente apuntalados con vigas de madera, y encontramos un gran socavón, del que hemos hablado anteriormente, con varios metros de caída, lo que hace que la visita sea muy peligrosa. Hablamos de un riesgo enorme, ya que muchas familias con niños visitan diariamente el castillo.
En distintos sitios web leímos que la titularidad del castillo pertenecía al ayuntamiento de Villamiel, pero al contactar con la Entidad nos indican que la propiedad es privada. Sea como fuere, existe un peligro real y se entra en el sinsentido de una localidad que se retroalimenta de las visitas a un monumento que es dificil visitar.
En cuanto a cómo llegar, es muy sencillo, ya que desde la carretera que lleva de Villamiel a Trevejo se vislumbra en casi todo momento la figura del castillo, que se encuentra a pocos metros de Trevejo. La subida a la ladera del castillo es sencilla, no obstante podéis localizarlo fácilmente en nuestro mapa.
La estancia en Trevejo ha sido inmejorable, no dudéis en seguir nuestros pasos, ya que entre todos y todas podemos aportar mucho para que el patrimonio extremeño no se pierda.
Que disfrutéis la visita!
10 Comentarios
Manuel Rubio
27/09/2017 at 07:37Un reportaje muy interesante. ¡Enhorabuena!.
arteenruinas
27/09/2017 at 09:31Gracias como siempre Manuel!
Pedro Galván
12/03/2018 at 21:37Bien el artículo y gracias por denunciar el abandono en que se encuentra esta joya histórica por parte de la Junta de Extremadura y del Estado. Si estuviera en otra Comunidad Autónoma, el castillo estaría reconstruido, y se habría convertido en un foco de cultura. Pero ya se sabe…
Sólo una observación: el castillo fue volado por los franceses en la Guerra de la Independencia, a principios del XIX, no en el siglo XVIII, como se dice por errata. Sus defensores fueron luego fusilados.
Gracias por su labor.
Arte en Ruinas
14/03/2018 at 19:54Muchísimas gracias por tus palabras Pedro.
Y muchas gracias por la observación, corregiré el dato!
Un saludo!
Manuela Gonzalez
28/03/2018 at 20:05Muchas Gracias por denunciar el abandono que sufre el Castillo , donde tantas veces fui tan feliz. Jugando a ser mas libre que el viento que sopla,jugando a la pelota que de una piedra a otra, saltaba como yo.Yo no jugaba sola, eramos una tropa que fuimos desfilando, sin ritmos ni tambores, a buscar otra vida, un poco menos dura, un poquito mejor.Mi abuela asi decia:» al nino y al borracho Dios le pone la mano debajo» por algo creo en Dios.Atentamente
Arte en Ruinas
28/03/2018 at 20:08Muchisimas gracias a tí Manuela, por esas palabras tan increibles. Es una enorme satisfacción que te haya gustado mi trabajo.
Sandra Rodríguez
04/06/2018 at 19:52Me alegra encontrar información sobre lugares de los cuales sólo he visto fotos, sin más detalles que el nombre del sitio. La información que ha provisto le da sentido y continuidad al viejo castillo. Le felicito y, le sigo en Instagram. Sandra
Arte en Ruinas
05/06/2018 at 08:19Muchas gracias!! Es un placer para mi!
Evangelina
20/11/2021 at 19:36Estamos aquí, en Trevejo y gracias a tí me he empapado un poquito de la historia del lugar. Muy interesante. Muchas gracias.
Arte en Ruinas
22/11/2021 at 19:38Hola Evangelina! Me alegra muchísimo haber sido de ayuda. Espero que hayáis disfrutado mucho de Trevejo!!